A pesar del tiempo que ya ha pasado, ya casi un año de aquel hermoso viaje a Buenos Aires – Argentina. Aún sigo con aquella sensación que me dice debo regresar y recorrer los mismos pasos por donde me perdí, por donde disfruté, por donde me embriagué, por donde bailé y donde comí hasta casi morir, todo ello acompañada de mi esposo Cesar a quien amo y con quien recuerdo muchas veces y sobretodo el día que fuimos a un evento, una noche de tango en un local al que fuimos por recomendación. Sabor a Tango se llama y en el cual aprendí de Tango, aprendí a bailarlo y aprendí a llorarlo.
El momento más sentimental de aquella noche fue y realmente FUE cuando un señor ingresa tocando el Cóndor Pasa y algunos Brasileños vecinos de mesa se ponen de pie y aplaudiendo gritando el nombre de Perú y luego de un par de danzas típicas argentinas, una bella dama de vestido rojo empieza cantando con gran hermosura “La Flor de la Canela” en versión Tango.
Inevitable llorar…escuchar esa canción en otro país me hizo sentir más orgullosa del mío, más que nunca. Ver a todos los invitados aplaudir con gran efusión, al punto de ovacionar de pie hizo que mi corazón salte, grite, suspire, llore. No sólo yo me sentí así, las cuatro personas que estábamos sentadas en esa mesa, fuimos 4 peruanos orgullosos de nuestra tierra, de nuestra cultura, de nuestro arte.
Les dejo aquí un pequeño video de lo que pude deleitar en el show, lástima que no pude grabar más puesto que están prohibidas las cámaras y en dos ocasiones quisieron retirarme por incumplir las normas. Bueno, de todas maneras grabé un pequeño recuerdo que comparto con ustedes y ojalá puedan viajar allá y maravillarse con tan preciosa ciudad.