ADIÓS DEPORTE


Hoy siento que he muerto 3 veces y más...

Debido a mi operación que tuve meses atrás asisto a terapia de rehabilitación física a diario y controles médicos prácticamente semanales. Los médicos siempre me decían que mi avance era de regular a óptimo y que siga haciendo un esfuerzo sobre humano y aguante el dolor todo lo posible para seguir avanzando y eso es lo que hacía y hago día a día.

Hoy en mi control, luego de que el médico revisó mi historial y los últimos eventos suscitados desde que me quitaron las muletas, me dijo con firmeza que debido al tiempo transcurrido ya no recuperaría mi rango articular normal en mi rodilla (es decir, que ya no podría doblar mi rodilla derecha igual como doblo la izquierda) pero que seguiríamos intentándolo.

Traté de pensar positivamente: doctor, ¡Si lo voy a lograr! le dije, el médico entonces me volvió a decir: lo intentaremos (con una sonrisa). Entonces le hice la pregunta que él hubiese querido que nunca la haga (y yo escuché la respuesta que nunca quise escuchar): ¿Y podré hacer deporte otra vez?

El médico calló, hubo un tiempo de silencio y bajando la mirada me preguntó: ¿Que deporte practicabas?, Atletismo y basquet respondí. 

El doctor me miró serio y me dijo: Annia, lo que te digo es para que no te...(¿no te ilusiones quiso decir?), no vas a poder practicar más esos deportes, trataremos de mejorar tu rango, pero ya no podrás...

Mientras escuchaba esas palabras, sentí que me partía en trozos, una y otra vez y otra vez y otra vez más. Vi mi vida pasar en segundos, como cuando dicen que uno está a punto de morir y ve recuerdos, yo realmente los vi. 

Recordé las competencias en el ADECOA y todas las medallas que gané estando en el colegio y cuando jugaba fútbol con mis amigos de la universidad, cuando trepaba árboles y escalaba cerros y todas las veces que corría libremente en la calle, los días intensos en bicicleta y las últimas competencias de la FAPLA (campeonato entre colegios profesionales), los días de campeonato en la empresa donde trabajo y los días deportivos con la familia. 

Ya no más, lo que amo ya no más, sentí que mis ojos se llenaron de lágrimas y mucha presión en la garganta. El doctor me vio acongojada y me dijo una vez más: ¡LO INTENTAREMOS!, mi voz tembló y con mucha dificultad ¡Sí doctor!...(suspiré).




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